Las noches de marzo próximas al equinoccio son la época ideal del año para intentar el Maratón Messieres un reto astronómico muy célebre en el mundo pro-am, que consiste en cazar en una sola noche los 110 objetos de cielo profundo del Catálogo Messier, descubiertos por el astrónomo francés M. Charles Messier y su colaborador M. Pierre François Méchain, desde el centro de París y publicado en el año 1774. Charles Messier era un cazador de cometas  (era apodado "le furet des cométes"Se trataba de ir anotando los objetos difusos inmóviles del firmamento para distinguirlos de los errantes.

El Catálogo no tiene formato de libro: la “Memoria” de estas observaciones astronómicas se publicó en Histoire de l'Académie Royale des Sciences de Paris, titulada originalmente “Catalogue des Nébuleuses & des amas d'Étoiles, que l'on découvre parmi les Étoiles fixes sur l'horizon de Paris; observées à l'Observatoire de la Marine, avec differens instruments”. M. Messier relata sus métodos de observación y los instrumentos que usó (“un bon télescope Gregorien de 30 pouds de foyer qui grossisoit cent quatre fois”) y esquematiza en una sencilla tabla el posicionamiento de los objetos descubiertos; M. Messier describe la nebulosa hoy configurada como M1 y el remanente de supernova más célebre de la historia, SN1054 Nebulosa del Cangrejo“…nebuleuse placée au-dessus de la corne méridional du Taureau”.

La primera tabla de Charles Messier contiene 45 objetos. La lista final, con 103 objetos catalogados se publicó en 1784 en el almanaque Connaissance des Temps”. Los últimos objetos descubiertos desde M104 hasta M110, no fueron incluidos en el Catálogo hasta el siglo XX. 

 

Primera tabla original de las Nebulosas y cúmulos de estrellas publicado por Charles Messier.Histoire de l'Académie Royale des Sciences, de Paris”Ref: Source Gallica. BNF. Fr. Archives de l´Acadèmie des Sciences. 

El Catálogo está formado por 40 galaxias, 30 cúmulos globulares, 26 cúmulos abiertos, 7 nebulosas de emisión, 4 nebulosas planetarias, 2 estrellas dobles y un remanente de supernova del firmamento del Hemisferio Norte. Por entonces, se desconocía la verdadera naturaleza de estos borroncillos difusos. 

Para la observación de los 110 objetos del cielo profundo, es necesaria una noche perfecta: ausencia de Luna, cielos despejados y muy oscuros (sin contaminación lumínica) y un amor inconmensurable por la astronomía. Y, por supuesto, una lista del Catálogo Messier con fichas de observación que detallen: nombre, tipo de objeto, magnitud, constelación, nº de orden en el maratón, ascensión recta y declinación y otras notas.

Precisamente, Joanma Bullón i Lahuerta, acaba de publicar “Guía de Campo de los Catálogos Messier y Caldwell (Obrapropia ediciones. 2016). Es un compendio de objetos del cielo profundo del hemisferio Norte y del hemisferio Sur, muy útil para realizar maratones e iniciarse en el estudio del Universo: “El Catálogo Messier ocupa un lugar preferente en los manuales de observación celeste del mundo;y sirve para orientar a los más ávidos en la observación de cielo profundo”, escribe M. Bullón en su prefacio.

Puedes adquirir ejemplares de esta nueva guía, publicada como un cuaderno “para llevar al campo”, y que contiene fichas con secuencia de observación, fotos, cartas celestes, capítulos dedicados a la astrofotografía, contaminación lumínica, observación a simple vista, telescopios, prismáticos, y toda la sapiencia de muchos años de observación, rodeado de gente estupenda que ha colaborado en el libro.

El beneficio que se recaude irá destinado a la campaña “Una Escalera al Cielo, que consiste en  construir un telescopio gigante bajo los cielos Reserva Starligth de Gúdar- Javalambre  y que estaría  disponible para todos los aficionados a la astronomía. 

 Logotipo de la campaña "Una Escalera al Cielo. Una Escale al Cel. Starway to Heaven". Joanma Bullón. Observatorio La Cambra. Aras de los Olmos. Valencia. 

Y, por si llega el fin del mundo, existen dos magníficos libros cuya lectura es imprescindible para iniciarse en la búsqueda de objetos celestes: El Catálogo Messier de José Luis Comellas (Equipo Sirius. 5ª Edición. 2012). Y El Maratón Messier. Guía de Observación” de Don Machholz (Cambrige Univesity. 2003). 

 

El Cometa Lovejoy C/2014 Q2 y las constelaciones de invierno. La foto describe perfectamente qué perseguía Charles Messier. Un cometa como astro en movimiento, frente a un objeto “fijo” en el firmamento: M1, M42, M45… Foto. Luis Etxazarra. Observatorio Iturrieta J44. 11 enero 2015. 

El Maratón ha de estar muy bien planificado y puede realizarse con toda clase de instrumentos ópticos: prismáticos, telescopios, incluso con muchos telescopios de diferentes aberturas. El Maratón no sigue la disposición del catálogo, sino el orden de su visibilidad en el firmamento durante la noche elegida para este evento. Con todos los trastos ya montados, aún con el resplandor crepuscular, empezaremos la aventura por la esquiva Galaxia M74 en Pisces (Psc), antes de que la constelación se oculte por el horizonte. La búsqueda ha de ser, preferiblemente, manual. Emplearemos 4 minutos en buscar y distinguir cada objeto, anotarlo y hacer un veloz dibujito en nuestro cuaderno de campo astronómico. El momento culminante de la noche, será cuando nos adentremos en el desbordante Universo de las Galaxias de Virgo y de Leo: entonces, nos sentiremos arrastrados por el Gran Atractor hacia el infinito…“I see the stars, they´re miles and miles away like our love…" Ocuando apuntemos a las nebulosas y cúmulos de Sagitario (Sgr) y viajemos hacia el humeante centro de la Vía Láctea.

El Maratón Messier termina, cuando la hija de la mañana de rosados dedos nos descubra el alba, localizando M30, cúmulo abierto en la constelación zodiacal de Capricornius (Cap); exhaustos pero no acabados, habremos recorrido el firmamento entero en una sola noche: muchas agrupaciones otorgan un diploma a quienes completan esta aventura astronómica equinoccial.  

Este año, hay dos fines de semana propicios para realizar el Maratón Messier: las noches del 24  y 25 de marzo  (la fase de Luna nueva es el día 28 de marzo) y las noches del  31 y 1 de abril de 2017. Es una buena ocasión para sacar los telescopios de debajo de la sábana, pues añoran los viejos tiempos laboriosos, cuando no podían ni dormir… 

Composición astrofotográfica de los 110 objetos de cielo profundo catalogados por Charles Messier. Referencia: “Catalogué Ilustré”.  Observatoire de Paris. 1 marzo 2013.

27 de marzo de 1774, sí de 1774. Charles Messier dibuja la Nebulosa de Orión desde el Observatorio de la Marina en Paris.Si esta noche del año 2017 miramos hacia el Gigante Orión, tal vez sintamos una coincidencia espacio-temporal separada por 243 años al contemplar la Gran Nebulosa, un objeto que el gran astrónomo estudió durante varias noches y con mucha atención. Nos sentiremos partícipes de la historia de la astronomía escrita por nuestros antecesores.

La Nebulosa de Orión. 27 marzo 1774. Charles Messier. “Histoire de l'Académie Royale des Sciences, de Paris”Ref: Source Gallica. BNF. Fr. Archives de l´Acadèmie des Sciences.